Add parallel Print Page Options

62 Dirás: “Señor, tú has dicho que este lugar sería destruido, que no iba a quedar en él alma viviente, ni personas ni animales, y que sería una perpetua desolación”. 63 Pues bien, cuando termines de leer este rollo, le atas una piedra y lo arrojas al Éufrates, 64 mientras dices: “Así se hundirá Babilonia, para no levantarse”, pues pienso provocar contra ella una terrible desgracia.

Hasta aquí las palabras de Jeremías.

Read full chapter